El supermercardo 1ª parte

Entrada de hoy dedicada a mi hermana Sofía, que hoy es su cumple.

Viendo el éxito obtenido por mi entrada anterior (realmente de mi colaborador) me gustaría hacer algunas reflexiones sobre el supermercado y el hecho de hacer la compra.

Yo me he sentido liberada con la compra por internet, estoy más relajada, compro menos cosas, siempre la marca que necesito y sobretodo sobretodo no tengo que aguantar a algunos especímenes del super.

1.- La cajera bólido, ya definida por la hermanísima en un comentario anterior, es aquella cajera (y es que no suele haber cajeros) que te reta con cada 'bip' que hace la máquina, y va cogiendo carrerilla, y cada vez se te acumulan más las cosas en tu lado de la cinta, y 'bip', 'bip','bip' suena el escaner, y tu sudando mientras ella va ganando y tu metes todo en el carro (porque ya no hay bolsas) y ella termina, '47,66', 'tarjeta carrefour?', 'tarjeta amigo?', 'travel?' dice con una voz metálica y tú por no estresarte más buscando en la cartera dices, pues no y te quedas sin los puntos. Mi marido ante esta situación es capaz de aguantar el tipo y hacerlo todo despacísimo sin inmutarse y sin dejarse amedrentar, es mi héroe, yo en cambio he encontrado otro método y son los vales descuento:

Cuando victoriosa la cajera bólido levanta la mirada y me dice el precio mientras su perfecta melena no se ha movido ni un pelo, me llevo la mano al bolsillo y desenfundo mis vales descuento

-'Creo que alguno de estos me vale' (toma, toma, toma, jaque mate)

Y ella horrorizada los mira y los revisa, y mientras los pasa para ver si alguno vale (incluso a veces le doy alguno caducado a posta) yo meto todo en mi carro y le espero con cara de 'no tengo todo el día, monina'.

En próximas entradas comentaremos/debatiremos sobre otros especímenes de super, como el arrepentimiento o la cajera que te organiza la compra (esto me revienta)