miércoles, 25 de agosto de 2010

ya estoy aquí

Tenía preparada una entrada para contaros mis experiencias veraniegas con mis dos hijos más sobrino, o lo que es lo mismo, 3 'ricuras' de 1, 2 y 3 años que aprenden lo peor los unos de los otros.
También os iba a contar como bajaba a la playa cual sherpa del himalaya con mi mula (que es la silla) apunto de doblarse bajo el peso de toallas, cubos y demás titos playeros.
Pensaba comentaros también los 180 euros que he pagado por los libros del cole de una mocosa de 3 años, no se lo que costarán a los 6, a los 8...
pero la realidad del día me lleva a contaros como Ignacio (mi pequeñin) se ha convertido en un instante en el chico Martini de la piscina, ese chico con unos labios carnosos y es que al pobre le ha picado un bicho en pleno labio, y contenta porque el bicho estaba detro de la boca y menos mal que mi amiga Bárbara se ha dado cuenta y lo ha sacado.
Solución: a comer muchos polos fresquitos, y ha funcionado bastante bien, lo digo por si os pasa, porque poner amoniaco en la boca como que no.
De todas formas estoy impresionada de la cantidad de remedios para picaduras de todo tipo que llevaban las otras madres, hasta para medusas, en la piscina

4 comentarios:

Sofía dijo...

Cualquiera va a pensar que la madre de tu sobrino no ha estado en todo el verano con su hijo!!
Pobre Ignacito...seguro qeu encima le pareció que estaba rico el bicho al tío foca

disa dijo...

Queremos una foto del niño Martini

Anónimo dijo...

No si la abuela se ha pegado las vacaciones del año
Pobre hija todo a sus espaldas

La Luli dijo...

Y la Luli tampoco ha hecho nada, menos mal que estaba mi hermana mayor