martes, 19 de octubre de 2010

Los graffittis

Mis hijos, como todos, dan rienda suelta a su 'arte' en cualquier sitio de la casa, paredes, camas, armarios, Irene ya entiende que eso no está bien y la verdad es que ya casi no pinta fuera del papel, entre otras cosas, porque un día le tuve frotando y frotando hasta que lo limpió todo (trabajos forzosos), pero Ignacio cuando no se come la pintura (cosa que hace habitualmente) pinta por todas partes. Casi no me inmuto porque una amiga me recomendó el estropajo mágico de Mr Proper, que lo limpia todo todo, y si no te andas con cuidado hasta la pintura de la pared.
Esta introducción viene a que el otro día Irene pintó en el blanco e impoluto armario de su cuarto y cuando lo vi le dije, bueno más bien le grité:
-¿pero qué es esto???? (léase con voz de mucha
indignación y cabreo)
-Pues un manmasma (fantasma en su argot) (léase con voz de sorpresa porque no lo había reconocido)
-Ah, pues es bonito pero ahora lo limpias
Y es que aún no he aprendido que a los niños hay que hablarles sin dobles sentidos, que las cosas son literalmente lo que son.

lunes, 18 de octubre de 2010

El bizcocho de mi abuela

Mi abuela Luisa hacía un bizcocho buenísimo y 'facílisimo' de hacer.
Facílisimo si se ponían de acuerdo todos los elementos, que la nata fuera suficientemente fresca, que el horno tuviera su temperatura ideal (y desconocida) que estuviera bien cerrado, etc.
Mi familia puede dividirse en dos grupos, a los que nos sale el bizcocho y a los que no.
La excusa de los del 'no' es, que si el horno no es bueno, que si yo hago todos los pasos igual pero no sube, que si sube luego se baja.
Mi madre pertenece al grupo de los que no, yo soy del grupo de los que si y me jacto de ello pero el otro día creí que había perdido mi don.
Todo empezó hace un par de domingos que llovía y me dispuse a preparar, como una auténtica madre telva ,un 'bizcochodemiabuelaLuisa' con mi hija Irene, pues bien, se quemó (el bizcocho que no Irene), empecé a echarle la culpa al horno, que si está viejo, que si muy fuerte, que si es otra marca de nata, me estaba pareciendo al grupo del 'no'
Como no me rindo facilmente decidí volver a repetirlo unos días más tarde.
La repetición fue aún peor porque encima me permití innovar al más puro estilo Martín Berasategui, y le metí chocolate, pero chocolate de fundir, así que en lugar de cuajarse, el bizcocho se derretía,bueno más bien se desparramaba, resultado, el de la foto :

quemado y derretido, digno de una tesis doctoral.

Así que con mucho miedo he decidido volver a intentarlo una vez más, he comprado mi marca de nata habitual, (más por superstición que por otra cosa) y tachan ¡no he perdido mi toque¡ me ha salido perfecto:










Os dejo los ingredientes y la receta y ya me diréis a que grupo pertenecéis:

Ingredientes
1 bote de nata ( de los de 200)
4 huevos pequeños
1 sobre de levadura
190 de harina
200 de azúcar

Modo de hacerlo
Batir y al horno
Fácil no?

miércoles, 6 de octubre de 2010

Tengo un pobre

Debajo de mi casa se ha instalado un tipo con acordeón que se ha convertido en mi pobre particular, aunque a este paso la que va a ser pobre soy yo porque todos los días cuando volvemos a casa Irene me pide dinero para 'echarle' (se debe pensar que funciona con monedas)
El caso es que me lo paso muy bien porque los dos se ponen a bailar al ritmo del acordeon y me hace mucha gracia, además creo que le voy a cobrar una parte porque al ver lo bien que se lo pasan los niños la gente se rie y le echan dinero, vamos como si fueran parte de la atracción.
Hoy mi pobre les ha dejado tocar el acordeón con lo que me he visto obligada a darle un poco más de la cuenta y a este paso me arruino.
Os podéis imaginar que sonrisa se le pone cuando nos ve aparecer, este no se mueve de esa zona en todo el invierno si me lo veo venir, y al tiempo si no acabamos saludándonos por nuestros nombres de pila.


El estreno de Ignacio

No me extrañaría que un día me quiten la custodia de los niños, no porque sea mala madre, que de momento no lo soy, es que mis hijos se pegan bastantes golpes y he tenido que ir a coserles varias veces, bueno con Irene 2 y con Ign me estrené la semana pasada.
Como tengo experiencia en este campo os aconsejo que no vayáis solos al hospital porque mantener a un niño de estos quieto mientras le miran es bastante complicado.
El martes pasado llegué a casa tras una dura jornada de trabajo y según subía en el ascensor oí los berridos del pobre Ign, tras una rápida y difícil exploración creí conveniente llevarle a urgencias, más que nada porque en la parte inferior del labio había una finísima línea que si la separabas se veía el otro lado.
Ahí me fui con un niño ensangrentado (y sin comer).
-Hola
-Si hola que le pasa
-Pues que se ha caído el niño y creo que necesita puntos.
-¿desde que altura?
-(ni idea, no me ha dado tiempo a preguntarlo) creo que desde su misma altura.
(con el creo me miró mal)
-Pérdida de conocimiento, vómitos?
(nueva voz dudosa) No
-Efectivamente necesita puntos. Pues nada madre pasa, le vamos a poner un gel anestesiante en la zona (este gel tarda una hora en hacer efecto) y luego vuelves
Total que tumbo al niño en la camilla y le intento sujetar.
-madre sujétale las manos, madre sujeta aquí, madre que no se mueva
Y la madre sudando la gota gorda mientras el hijo gritaba y gritaba (lo normal vaya)
Consiguen ponerle el gel y le plantan una venda debajo del labio.
-Madre, que no se lo quite
Y la madre sujentando con sólo dos manos, el bolso, la silla, las piernas del niño y sus dos brazos que se movían tan rápido que parecía un pulpo.
El caso es que cuando llega la hora de coser les envuelven en una manta que se hincha y les inmoviliza completamente, y yo siempre me pregunto ¿por qué no lo utilizan en el momento gel?
Otro tanto pasó el lunes cuando se los quitaron, porque lo normal es que se caigan pero a nosotros no se nos caen, y la madre volvió a sudar y sufrir mientras sujetaba al pulpo.