lunes, 26 de julio de 2010

La escobilla de baño

Wilkipedia la define como'Una escobilla de baño es un utensilio diseñado para la limpieza del interior del inodoro'.
Para un niño de 16 meses es un utensilio que sirve para peinarse, limpiar la bañera, los zapatos, la cara y el pantalón, todo a la vez y en un descuido de los padres.
Así que señores fabricantes de escobillas, adviertan en las instrucciones 'mantener alejado del alcance y de la vista de los menores'. Ahora mismo Ignacio está recibiendo baño doble con extra de jabón.

La tormenta

La niña asustada se fué corriendo a la cama de su madre.
-No me gusta la tormenta, no me gusta ese ruido, me da mucho miedo.
La madre le abrazó y le consoló
-No tengas miedo ese ruido tan fuerte que oyes se llama trueno y son las carcajadas de las nubes
-Las carcajadas mamá? preguntaba la niña un poco mas tranquila
-Si hija, son sus risotadas, ¿a que parece la risa de Papa noel? es que las nubes que tienen lluvia están muy muy gordas y cuando se acercan unas a otras se hacen cosquillas, ¿ves que cosquillas te hago cuando acerco mi cara a la tuya?
-Jajajaja, para mamá que me haces cosquillas
-Pues es lo mismo que les pasa a las nubes, les hace muchas cosquillas y se rien muy fuerte
-Y el agua mamá?
-El agua son lágrimas porque lloran de risa, como tú cuando algo te hace mucha gracia, y si te quedas muy quieta y muy calladita oirás que las gotas cantan una canción cuando golpean en tu ventana.
La niña prestó mucha atención y soñó con canciones, risas y juegos.

Los huevos fritos

Odio los huevos fritos.
Siempre he oído la frase'no sabe hacer ni un huevo frito' y es que no me extraña porque son muy difíciles de hacer, que si se rompe la yema, que si la clara se queda cruda (que asco me da esa baba), que si demasiada puntilla.
Mi relación amor-odio con los huevos fritos comenzó cuando tenía yo unos 12 años.
En verano cuando mis padres salían por ahí me quedaba a cargo de mis hermanos y de mi abuela, realmente mi abuela nos cuidaba pero la cena se la preparaba yo, y siempre la misma canción:
-Abuela, ¿quieres cenar?
-La verdad es que no tengo mucha hambre, con un huevo frito suficiente
(mi abuela era de buen comer)
y ahí estaba yo frente a una cocina de gas que no sabía encender preguntándome que más le daba cenar una tortilla francesa, si al fin y al cabo era lo mismo.
1/2 docena de huevos más tarde conseguía hacer algo que parecía comestible y lo llevaba como un trofeo hasta ella. Siempre se lo comió muy agusto y nunca dijo que estaba malo así que debí aprender a hacerlo.
Una de esas veces se resbaló un huevo frito, con su yema y todo por un hueco que había entre la cocina y la encimera, y aunque lo intenté mover para limpiar fue imposible, así que ahí lo dejé. Años más tarde y cuando ya no vivía mi abuela me enteré de que habían hecho obra en la cocina, me hubiera gustado ver el estado del huevo fosilizado.
Y todo esto porque os lo cuento? pues porque a mi marido también le encanta cenar huevos fritos, y aún no se que prefiero, que los haga él o hacerlos yo, porque él los hace fenomenal, mucho mejor que yo pero mancha el triple, y eso me pone muy nerviosa, porque además, como tenemos placa nueva de inducción cualquier marca se ve y parezco una neurótica todo el día con el trapo por la cocina.
¿Que hago? dejo de comprar huevos?

jueves, 15 de julio de 2010

Vergüenza

El otro día tuve la ocasión de cenar con algunos seguidores de mi blog que además son mis cuñados... el caso es que me acusaron de que no escribía nada últimamente, así que aquí estoy.
Hoy voy a contaros una cosa que me pasó en la boda de mi cuñado C. y mi cuñada E. y de verdad que no se porque me ha venido a la mente, el caso es que me he puesto roja como un tomate pero también me he reído mucho y como suelo meterme con unos y con otros hoy lo hago conmigo misma.
Mis cuñados se casaron en Guadalupe, lugar precioso, nos alojamos en el parador y tuvieron el detalle de darnos a mi marido y a mi una de las mejores habitaciones, cama con dosel, jacuzzi en el baño, vistas al monte (creo, esto no lo recuerdo bien) vamos un sitio muy romántico y relajante.
El Parador de Guadalupe ocupa un antiguo palacio del siglo XVI, lleno de pasillos y recodos, vaya un auténtico laberinto, de hecho te acompañan a tu habitación para que no te pierdas, las puertas son antguas y HAY QUE CERRAR POR DENTRO CON LLAVE.
Supongo que ya os habeis hecho una idea del tipo de sitio que es así que continuo.
Estábamos Ignacio y yo en nuestra habitación descansabdo un poco antes de la cena previa a la boda, ign decide echarse una siesticita y yo un baño, en el jacuzzi.
Así que me preparo un baño relajante con espuma.
Cuando estoy tapada con la toalla dispuesta a sumergirme en el agua caliente, se abre la puerta de mi habitación (yo no sabía que se cerraba con llave) y me encuentro a un amigo de mi cuñado mirándome con cara de horror mientras yo medio tapada con la toalla (o por lo menos prefiero recoerdarlo así) solo consigo decir aaahhhh.
Fuí corriendo a despertar a ign que no se había enterado de nada y no conseguía explicarle que me había pasado, solo conseguía valvucear, que horror, que vergüenza, que horror....
Todo tiene su explicación claro y es que el pobre chico quería llegar a su habitación situada debajo de la nuestra y no se quien lo pasó peor si el o yo.
El caso es que si o si nos íbamos a volver a ver ya que estábamos en una boda y además vivimos en la misma ciudad, así que me dije más vale una vez colorada que mil amarilla.
Se lo conté a mi cuñado C. (os podéis imaginar las carcajadas) y le pedí que me lo presentara, así que ahí estamos frente a frente:

-Fulanito esta es mi cuñada Marisol
y yo le digo a fulanito (es que se me ha borrado el nombre de mi mente, debe ser un bloqueo de esos para sobrevivir) No si ya nos conocemos verdad???
Yo roja como un tomate, pero como una señora no?